viernes, 2 de enero de 2009

Un trabajo (horrible) como cualquier otro

Una de las virtudes del porno gonzo es que muestra un mundo donde no existen las dificultades. El porno sólo muestra relaciones perfectas (la gente coge como si no hubiera antecedentes ni consecuencias por coger) y gracias a la magia de la edición, escamotea los aprietos que surgen desde el primer segundo en que dos cuerpos se acoplan.

Asimismo nos vende la idea de que se trata de un empleo perfecto, donde uno puede ganar unos cuantos miles de dólares haciendo algo que de todas maneras quisiera hacer a todas horas. "Como escribir", diría yo.

Un amigo decía que odiaba su trabajo porque ocho horas al día se la pasaba pensando en acostarse con sus compañeras y eso no le dejaba tiempo para trabajar. Por eso quería volverse actor porno: porque ¡de eso se trataba el empleo! No obstante, las cosas en la industria del sexo no son tan agradables ni perfectas. Échenle un ojo a esta joya de video. Para quienes piensen que el actor/actriz XXX no pasa jornadas tan desagradables como cualquiera.


3 comentarios:

wilberth herrera dijo...

son errores divinos, jajaja, una joy de video. Imagínense una borrachera con ellos:una ventisca de anécdotas y pifias de este tipo. Sería el paraiso.
El del pedo no tiene madre.

Eduardo Huchin dijo...

Lo del pedo es la descortesía más terrible que he visto entre dos compañeros de trabajo.

(Después de ese video las porno estrellas son mis ídolas: se merecen todo nuestro respeto).

Killer Movimiento dijo...

yo creo que los blupers mas cabrones en acto sexual (no necesariamente coito) nos seceden a los que no somos estrellas porno, claro que ellos lo hacen con un estilacho y una elegancia genial.