sábado, 10 de enero de 2009

Refranero copular


Un pornófilo es un coleccionista por naturaleza. Compila imágenes, palabras, deseos, rostros de mujeres, escenas de la vida, música, cine, malentendidos. Descubre y comparte. Toda pornografía personal necesita de “una colección”. Es decir, necesita de una biografía que le dé sentido. La vida del pornófilo es como la línea que trazan los astrónomos entre estrella y estrella para formar una constelación.


Durante años además de fotos y videos, he coleccionado frases pornos. “Refranes copulares”, los llamo yo. Malformaciones perversas sobre dichos, refranes y lugares comunes. Las he encontrado en conversaciones con gente de mi edad, pero además con señores, con viejos y adolescentes; en chats, foros o sesiones de cibersexo. En ellas aflora la misoginia, el albur y en mayor medida el desparpajo. Esta es una pequeña selección.


Era una puta hija de puta.



Con pirujas ni a bañarse, porque hasta el jabón se meten.


Bien empieza la semana para el que coge todos los días.


Copas vemos, pezones no sabemos.

A cuesta de enero, acueste de enero.



Verga sana encuentra ano.

El lunes ni las putas trabajan.

Las nalgas no pedidas las dan viejas muy cogidas.

El que mucho se despide, pocas ganas tiene de venirse.

Hasta que se inventaron los pendejos, se casaron las pirujas.


Hasta a la mejor ramera se le va una verga entera.

Entre más conozco a las mujeres decentes más crece mi amor por las putas.


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