martes, 14 de abril de 2009

¡Me importa un pepino!





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo con mucho cariño la escena inicial de la tercera película porno mexicana que ví en mi vida: "La fruta se disfruta". En ella, una voz en off decía una serie de mamadas mientras una chava armaba un hombre con frutas en el suelo (la cabeza era un melón, sus piernas sandías, y así por el estilo). Al final colocaba en el lugar de honor un señor pepino (que creo que es más bien una verdura, pero no le hace)y procedía a hacerle el amor... ¡ah, esos viernes de la prepa! Mandar al carajo las últimas clases del día e ir a Video Rioli (el Paraíso, tal vez el lugar que más feliz me hizo durante mi infancia y adolescencia) a rentar pornos raras e ir a verlas a casa de ciertas personas que hoy son hombres de familia y pilares de la sociedad campechana, así que evitaré decir sus nombres. Pobrecitos, sufrían cada vez que me tocaba escoger la película, porque sabía que iban a ver cosas que no les iban a gustar. Dudo que recuerden alguna de las que escogieron ellos (salvo por chascos como "Elegancia", donde salía en la portada la vieja más buena del mundo, y cuando veías la película no estaba ni la mitad de lo apetitosa que parecía estar), pero les aseguro que nunca se les va a olvidar la muchacha que pisó con el hombre-fruta, las "palomitas" (una porno de gordas que parecían palomitas de maíz cuando cogían), al pobre indio al que le mete una malvada un chicote en el culo en "Hot Ranchers: Rancheros Calientes", la candidez de la primera víctima de "Mexican Debutantes" ("a ver Gabrielita, date una vueltecita... uuuy, ¿no te gustaría ser modelo?"), la escena del hot dog de "La Orgía" (pobre negro, de milagro no le arrancaron el pichón a mordidas), cuando Cicciolina ataca con un cerote a su violador en "Cicciolina #1" (creo que fue en esa), y todas y cada una de las escenas de "Telefono Rosso". ¡Benditos sean los negros apetitos de Don Rioli!

Anónimo dijo...

Momento: se me fue el pajarito y se me olvidó comentar lo repugnante que fue la cogida con el pepino. Un asco. Parecía que se le iba a romper la panocha. Empezó a desbaratar al pobre hombre-fruta de pura rabia, se hizo un batidero con la sandía... cosas horribles que estoy feliz de haber visto.