1. Hacia 1867, el doctor Henry Maudsley, eminente psiquiatra inglés, describió a la masturbación como una “desagradable forma de insania [que] viene caracterizada por un intenso egocentrismo y presunción, extrema perversión de los sentidos y el correspondiente desarreglo mental, todo ello en las fases tempranas, y más tarde por el derrumbe de la inteligencia, las alucinaciones nocturnas y las tendencias suicidarias y homicidas.”
4. En un librito publicado por el YMCA en 18 ediciones (y recomendado por los boy scouts en 1927) leemos lo siguiente:
Puesto que este acto se repite cada semana o, en algunos casos extremos, cada día o cada dos días, el joven siente que se diluyen las bases de su hombría. Advierte que sus músculos están cada vez más fláccidos, que su espalda se debilita, y al cabo de un tiempo tiene los ojos hundidos y sin brillo, y las manos húmedas; es incapaz de mirar a nadie a la cara. Cuando el joven se hace consciente de su debilidad, pierde confianza, se niega a tomar parte en deportes atléticos, evita la compañía de sus amigas y se convierte en una nulidad en la vida atlética y social de la comunidad. En cuanto a sus calificaciones escolares, puede tener éxito en los estudios durante algunos años, pero finalmente le empieza a fallar la memoria y en el momento en que intenta prepararse para realizar un trabajo útil, advierte de pronto que su mente está tan fláccida como sus músculos, que le falta fuerza, originalidad y capacidad para pensar.
Cualquier muchacho sabe que hay que evitar cualquier cosa que le perturbe. Os ayudará a ello el lanzaros a un juego enérgico, trabajar en algún tiempo absorbente, esforzaros en mantenernos fieles a vuestros propios ideales. Aquí el scoutismo será vuestro aliado, si cumplís el décimo punto de la ley scout: “Un Scout es limpio” (De la edición de 1959).
6. Fue hasta 1972, cuando la American Medical Association calificó como “normal” a la masturbación. (Información incluida en los libros Mujeres arriba, Diccionario Filosófico y Amor perdido, de Nancy Friday, Fernando Savater y Carlos Monsiváis, respectivamente).
PLUS: Consejos cristianos para dejar de masturbarse.
1 comentario:
he pecado (entré al baño para leer y olvidé el verdadero propòsito de mi visita a aquél lugar)
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