Un profesor de una universidad privada de Estambul ha sido despedido por aceptar una película porno como trabajo de graduación de uno de sus alumnos de Comunicación Audiovisual.
Ankara, 4 ene (EFE)- El escándalo que ha sacudido a la universidad Bilgi de la metrópolis del Bósforo ocupa hoy todos los diarios del país, y se destaca que la filmación de la película se hizo en las propias instalaciones académicas.
Deniz Ongun, un alumno de Comunicación Audiovisual, decidió hacer de "Proyecto porno" su tesis de fin de carrera para "poner a prueba los límites de la libertad académica", explicó el estudiante al semanario Tempo.
Un grupo de estudiantes implicados que han ido aireando todos los detalles del proyecto en un blog llamado "Bilgi'leaks", critican que se ha impuesto una "ley marcial" en la universidad prohibiendo cualquier alusión al escándalo desde que este saliera en varios medios turcos.
La película se rodó en las instalaciones dedicadas a fotografía, vídeo y televisión de la universidad, espacios cerrados desde entonces y cuyas cerraduras se han cambiado para evitar que puedan volver a entrar en ellas los implicados.
El profesor despedido, Ihsan Derman, que llevó la dirección de la polémica tesis y era uno de los fundadores del Departamento de Comunicación Audiovisual de la universidad, se defendió diciendo que no era su labor convertirse en un "policía ético".
"Cuando un alumno elige un tema, le hago recomendaciones. Le dije que era un asunto complicado y que podría tener problemas. Pero cuando tomó su decisión final, lo traté como a cualquier otro alumno. Valoré su vídeo desde un punto de vista técnico y lo evalué solo por ello", aseguró.
El profesor suspendió a su alumno con una "D" ("A" sería la máxima nota y "C" un simple aprobado) y se sabe que los actores que tomaron parte en la película no eran alumnos de la universidad.
La actriz protagonista, de 23 años, es una antigua estudiante de la universidad que no logró graduarse.
"Lo que hice no va en contra de mi personalidad, pero no es como llevar tatuajes, es el último límite", aseguró al semanario Tempo.
"Mis padres no lo saben. Mi padre podría reaccionar con tranquilidad. Era un trabajo académico, pero no puedo decirles: "Papá he hecho una porno", explicó.
El centro académico decidió cortar toda relación laboral con Derman y con otros dos profesores asociados que participaron como jurado en la evaluación de la tesis, y ha iniciado una investigación administrativa para depurar otras posibles responsabilidades.
RETROCESO EN LA EDUCACIÓN
Adriana Villamizar, guionista y docente universitaria, dice que no juzgaría el trabajo del estudiante por razones morales sino estéticas. Sin embargo, reconoce que se trata de casos complejos, como sucede con la violencia extrema. Recuerda un largometraje que le propuso uno sus estudiantes en el que la acción giraba en torno a un restaurante exclusivo donde los platos que se ofrecían en la carta provenían de partes de bebés humanos. “Nunca permití que se hiciera explícita esa violencia contra los bebés. Tampoco era lo que él quería. Así que buscamos contar todo metafóricamente”. En cuanto a una película porno, dice que no tendría problema en aceptarla siempre y cuando se tratara de una propuesta visual y gramática nueva donde el objetivo no fuera simplemente filmar personas teniendo sexo.
Para Manuel Carreño, profesor de Comunicación Social de la Universidad Javeriana, si la tesis cumplía todos los requisitos académicos no debería considerarse un problema que se enmarcara como una película porno: “Prohibirle a un alumno por un asunto moral una tesis implica un retroceso en la educación. El tema académico es lo único que debería tenerse en cuenta. Desafortunadamente no siempre es así”.
Ankara, 4 ene (EFE)- El escándalo que ha sacudido a la universidad Bilgi de la metrópolis del Bósforo ocupa hoy todos los diarios del país, y se destaca que la filmación de la película se hizo en las propias instalaciones académicas.
Deniz Ongun, un alumno de Comunicación Audiovisual, decidió hacer de "Proyecto porno" su tesis de fin de carrera para "poner a prueba los límites de la libertad académica", explicó el estudiante al semanario Tempo.
Un grupo de estudiantes implicados que han ido aireando todos los detalles del proyecto en un blog llamado "Bilgi'leaks", critican que se ha impuesto una "ley marcial" en la universidad prohibiendo cualquier alusión al escándalo desde que este saliera en varios medios turcos.
La película se rodó en las instalaciones dedicadas a fotografía, vídeo y televisión de la universidad, espacios cerrados desde entonces y cuyas cerraduras se han cambiado para evitar que puedan volver a entrar en ellas los implicados.
El profesor despedido, Ihsan Derman, que llevó la dirección de la polémica tesis y era uno de los fundadores del Departamento de Comunicación Audiovisual de la universidad, se defendió diciendo que no era su labor convertirse en un "policía ético".
"Cuando un alumno elige un tema, le hago recomendaciones. Le dije que era un asunto complicado y que podría tener problemas. Pero cuando tomó su decisión final, lo traté como a cualquier otro alumno. Valoré su vídeo desde un punto de vista técnico y lo evalué solo por ello", aseguró.
El profesor suspendió a su alumno con una "D" ("A" sería la máxima nota y "C" un simple aprobado) y se sabe que los actores que tomaron parte en la película no eran alumnos de la universidad.
La actriz protagonista, de 23 años, es una antigua estudiante de la universidad que no logró graduarse.
"Lo que hice no va en contra de mi personalidad, pero no es como llevar tatuajes, es el último límite", aseguró al semanario Tempo.
"Mis padres no lo saben. Mi padre podría reaccionar con tranquilidad. Era un trabajo académico, pero no puedo decirles: "Papá he hecho una porno", explicó.
El centro académico decidió cortar toda relación laboral con Derman y con otros dos profesores asociados que participaron como jurado en la evaluación de la tesis, y ha iniciado una investigación administrativa para depurar otras posibles responsabilidades.
RETROCESO EN LA EDUCACIÓN
Adriana Villamizar, guionista y docente universitaria, dice que no juzgaría el trabajo del estudiante por razones morales sino estéticas. Sin embargo, reconoce que se trata de casos complejos, como sucede con la violencia extrema. Recuerda un largometraje que le propuso uno sus estudiantes en el que la acción giraba en torno a un restaurante exclusivo donde los platos que se ofrecían en la carta provenían de partes de bebés humanos. “Nunca permití que se hiciera explícita esa violencia contra los bebés. Tampoco era lo que él quería. Así que buscamos contar todo metafóricamente”. En cuanto a una película porno, dice que no tendría problema en aceptarla siempre y cuando se tratara de una propuesta visual y gramática nueva donde el objetivo no fuera simplemente filmar personas teniendo sexo.
Para Manuel Carreño, profesor de Comunicación Social de la Universidad Javeriana, si la tesis cumplía todos los requisitos académicos no debería considerarse un problema que se enmarcara como una película porno: “Prohibirle a un alumno por un asunto moral una tesis implica un retroceso en la educación. El tema académico es lo único que debería tenerse en cuenta. Desafortunadamente no siempre es así”.
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